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Bañados en residuos

Generamos demasiados residuos y eso es un problema enorme que necesita un cambio urgente a distintos niveles: individuos, administraciones y empresas.

Cuando leí por primera vez que el 99% de las cosas que compramos se convierten en residuo a los 6 meses, lo primero que hice fue mirar la fuente de datos porque estaba convencido de que se tenía que tratar de un error.

En el modelo de sociedad que hemos construido hemos maximizado el modelo económico lineal orientado a producir los bienes con el menor coste y en sobreabundancia. Hemos conseguido maximizar la disponibilidad de los productos y su personalización y al mismo tiempo hemos aumentado la cantidad de residuos que se generan en cada paso.

La fotografía “Life in the dump” es de Ufuk Turpcan y nos la ha cedido con cariño para esta publicación. Forma parte del concurso Zero Waste Pix / EEA.

Cada año se recolecta en el mundo una cantidad estimada de 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos, mientras que la desintegración de la proporción orgánica de estos residuos sólidos contribuye aproximadamente al 5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Fuente: ONU datos y cifras.

Tenemos un problema de generación de residuos… ENORME.

Hay muchos residuos que acaban en la naturaleza porque se hace una gestión incorrecta o porque es muy difícil evitar que acaben ahí y contaminen. Hay residuos que se escapan a los circuitos de recogida porque se caen de los contenedores o de las máquinas y acaban en la naturaleza. Hay comportamientos individuales difíciles de cambiar, por ejemplo, tirar un papel en la calle, tirar residuos por el váter o tirar una colilla de cigarro que probablemente acabarán en una alcantarilla y de ahí casi directamente llegarán al mar. Y es especialmente preocupante el caso de los plásticos que todavía acaban en la naturaleza de forma incontrolada. La sopa de plásticos en el océano es un ejemplo del impacto que genera el exceso de residuos.

Este no es solo un problema de residuos, cada vez que producimos algo estamos invirtiendo energía en fabricarlo, en transformar la materia prima, en transportar el material o los productos hasta las tiendas. La sobreproducción nos lleva a un desperdicio de energía innecesario. De manera que una botella de agua en tu casa, aunque te resulte raro, contiene energía y, una vez que la tiras a la basura, es difícil recuperar esa energía.

El reciclaje es una solución para parte de este problema porque permite recuperar algunos materiales y existe tecnología que permite hacerlo con mucha eficiencia. Hay materiales como el vidrio que pueden volver a recuperarse casi infinitas veces, o como el papel, que puede convertirse en fibra para crear otros derivados de papel o cartón. Sin embargo, el reciclaje no soluciona todo el problema. Para recuperar el material y mantener su valor hay que recuperar los materiales puros. En muchas ocasiones separar los materiales es costoso. La tecnología para reciclar algunos materiales no está extendida a todos los sitios donde se necesita. Y la situación empeora cuando desde países desarrollados enviamos nuestros residuos a países que no disponen de infraestructura para gestionarlos y reciclarlos, algo frecuente cuando hablamos de residuos plásticos o textiles.

El World Bank predice un aumento del 70% de los residuos en los próximos 30 años a medida que la población mundial aumente.

¿Qué podemos hacer en esta situación? ¿Estamos a tiempo de hacer algo todavía? Sí, podemos actuar y hacerlo con atrevimiento porque además disponemos de la tecnología y del conocimiento para desarrollar las soluciones. En el caso de la Unión Europea hay una directiva de residuos que promueve medidas para alcanzar la economía circular y define qué son los residuos, el reciclaje y la recuperación. La gestión de residuos está apoyada en cinco pasos que siguen una sencilla jerarquía.

  1. Prevención. Evitar que algo se convierta en residuo.
  2. Preparar para reutilizar. Tratar el residuo para darle una segunda vida, transformarlo o separarlo para que pueda entrar en procesos de reciclaje.
  3. Reciclar. Recuperar el material y volver a convertirlo en materia prima que pueda volver a formar un producto.
  4. Valorización. Utilizar el residuo para generar valor a través de otros procesos, como por ejemplo quemarlos para obtener energía eléctrica.
  5. Eliminar. Deshacerse del residuo, depositarlo en un vertedero, incinerarlo o iniciar un tratamiento físico, químico o biológico.

Jerarquía de residuos de la Unión Europea en cinco pasos, prevenir, reparar, reciclar, valorizar y eliminar.

A mí me parece que esta jerarquía es una herramienta sencilla para que ciudadanos y empresas podamos analizar la gestión que hacemos de los productos que compramos, qué características tienen y qué residuos generamos. O que una vez hemos generado el residuo pensemos qué hacemos con él, porque quizá podemos repararlo, donarlo, prepararlo para que se recicle mejor. La prioridad en la gestión de residuos debe ser mantenernos en el primer escalón: “prevenir el residuo debe ser siempre la opción preferida”.

Si ponemos el énfasis en ese primer nivel -prevenir el residuo- pueden aparecer nuevas oportunidades para negocios que actúan en los pasos intermedios: la reutilización, la reparación o el reacondicionado. Nosotros conocimos en detalle algunos negocios emergentes en un foro de moda sostenible que coordinamos en colaboración con el IED (Istituto Europeo di Design) en Grancasa. Iniciativas y startups que trabajan en moda fabricando textil de mayor durabilidad o con materiales sin huella de carbono, y lo combinaban con modelos de alquiler, reparación o recompra. Algunas de esas empresas ya habían entrando en procesos de financiación europea para escalar y replicar su modelo en otros países.

Por otro lado, la directiva europea hace mucho énfasis en la recogida de residuos municipales. Por ejemplo, indica que el porcentaje de reciclaje debe aumentar del 55% en 2025 al 65% en 2030, que debe existir una recogida separada de residuos de papel, metales, plástico, vidrio y de textil a partir de 2025. Aunque las administraciones son las responsables finales, necesitan de la colaboración del ciudadano y de las empresas productoras de materiales. Nosotros colaboramos este año con Conama durante el congreso Local que se celebró en Zaragoza, en una sesión temática de residuos municipales. A través de un taller facilitamos el diálogo entre diferentes agentes para dibujar un camino que permitiera alcanzar en los objetivos de la directiva y que entrarán en vigor con la nueva normativa de residuos de España.

Cortar la cantidad de residuos que generamos está en el centro de muchas iniciativas a nivel mundial, está muy relacionado con el uso que hacemos de los recursos, con la contaminación y con el cambio climático. Es un desafío del que todos tomamos parte. La directiva europea, o cualquier otra iniciativa legislativa puede tener un gran efecto pero por sí sola no conseguirá el cambio necesario o lo conseguirá con retraso. Actuar ya, está en nuestra mano y hay mucho que podemos hacer. Es un tema que seguiremos desarrollando en nuevos posts.

Recomendaciones

Si te apetece, puedes ver aquí todas las imágenes finalistas del concurso Zero Waste Pix, además de la de Ufuk Turpcan.

Referencias

Pensemos juntos algo

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